Sailing Energy / World Sailing

Excelente reportaje del amigo Carlos Pich a Santi Lange a pocos días de dejar su carrera olímpica. Espero lo disfruten tanto como yo y gracias KF por la primicia.

Puro acero

¿La decisión de terminar su carrera olímpica ha sido fruto de sus últimos resultados o era algo ya premeditado?
No, lo que pasó es que nuestra calificación para los Juegos del equipo argentino eran las regatas de Princesa Sofía, Semana de Hyeres y el mundial de La Haya, y en Hyeres me sacaron muchos puntos de ventaja porque cinco días antes de la regata tuve una cirugía de apendicitis que me mermó físicamente. Acabamos pues muy retrasados en puntos, era ya casi imposible. Pero queríamos terminar las pruebas clasificatorias, además siempre que haya una posibilidad matemática hay que intentarlo.Ellos navegaron bien y vi que necesitaría un milagro, por lo que entre la regata francesa y el mundial ya fui “masticando” la situación.

Sinceramente Lange, ¿si hubiera ganado la plaza argentina para navegar los Juegose habría retirado después de Marsella 2024 o pensaba iniciar otra campaña olímpica?
Depende, risas. Pienso que si hubiera sido competitivo en los Juegos de 2024 habría seguido, pero solo si me hubiera visto capaz de navegar a un nivel alto, no seguir por seguir. Mientras soy competitivo disfruto mucho del deporte y todo lo que conlleva competir a un alto nivel, así que no hubiera descartado seguir hasta 2028.

¿Repasamos sus campañas olímpicas?
Las primeras campañas fueron los de Moscú en 1980 y Los Ángeles en 1984 para los que no logré clasificarme y competirlos. Los primeros que competí fueron los de Seúl 1988 (8º clasificado) navegando en Soling con Pedro Ferrero y Raúl Lena. Luego tuve algunos problemas con la federación argentina para Barcelona 92, y estuve en Atlanta 1996 (9º clasificado) en Laser. Después empecé mi periodo en Tornado. Primero fue Sydney 2000 (10º clasificado) con Mariano Parada y en los dos siguientes mi tripulante fue Carlos Espínola. Ganamos sendas medallas de bronce en Atenas2004 y Pekín 2008. Para Rio 2012 cambié al Nacra 17 mixto con Cecilia Carranza y ganamos. Mi séptima olimpiada fue la de Tokyo 2020 (7º), repetí en Nacra con Cecilia. Tuvimos el honor de ser los abanderados de Argentina en la ceremonia de inauguración.

¿Cómo ha visto la evolución de la vela olímpica durante todos estos años?
Está claro que hoy en nuestro deporte tiene más importancia la velocidad del barco y las cualidades físicas de los tripulantes que el juego táctico y estratégico. Las clases kite surf y windfoil compiten en recorridos muy cortos y las pruebas apenas duran minutos, y en Nacra duran solo 20 minutos. En el caso del Nacra es un deporte súper emocionante, exprimirle todas las prestaciones al barco es un desafío. Cuanto más alto navegas tienes más posibilidades de perder el vuelo y el manejo del barco es muchísimo más intenso, predomina mucho más que seguir los pequeños roles de viento.

¿No le parece que si las regatas fueran un poco más largas serían más interesantes?
No, no. Yo creo que cuando haces pruebas más cortas el torneo tiene más mangas. Una serie de siete como antiguamente pero cortas como ahora sería peor, creo que es mejor que haya más número de pruebas aunque sean más cortas. Esto hace el juego más interesante porque hay más decisiones que tomar. En ciertas condiciones las regatas largas tienen poquísimas alternancias en las posiciones, quien va primero tiene toda la ventaja. Dos regatas actuales equivalen a una de antes, pero son mucho más dinámicas e intensas y los campeonatos son más interesantes.

¿Podría repasar los distintos barcos de sus campañas olímpicas?
Mis dos primeras campañas en las que no llegué a disputar los Juegos fueron en 470. Luego en Soling y después en Laser, porque era la opción más económica y la situación de mi país era muy delicada. Más tarde empecé en el Tornado original, sin gennaker, luego la clase se modificó para 2004 incorporando el gennaker, y ya después llegó el mástil de carbono. Cuando empecé en el Nacra no se foileaba luego era un semi foiling y al final ya foileando. Se puede decir que cada olimpiada la hice con barcos diferentes.

¿Cuál fue el más complicado de todos ellos?
Sin ningún género de dudas el Nacra actual. La presión que tienes solo con navegar bien el barco es máxima, hay una gran diferencia de velocidad entre llevarlo perfecto o muy bien. Te exige tanto focalizarte en el manejo que durante una ceñida solo puedes mirar muy rápido el campo de regatas dos o tres veces, eso hace que debas estar muy inspirado y ser capaz de leer el viento muy rápido. Es a la vez muy difícil y muy interesante.

Hábleme de sus tripulantes
Todos son unos cracks, no podía haber logrado nada de lo conseguido sin mis compañeros Creo que tuve la suerte de tener los mejores que podía tener. Cole (Mariano Parada), Camau (Carlos Espínola), Ceci (Cecilia Carranza) y ahora Vicky (Victoria Travascio) son unos navegantes y unas personas fuera de serie. Soy ultra amigo de todos ellos, aun mantenemos una excelente relación personal como en los periodos que navegábamos juntos.

¿Entra en sus futuros planes olímpicos la faceta de entrenador?
Tengo ofertas, desde federaciones a regatistas. Hace unas semanas, antes del mundial, entrené a Tita y fue muy interesante porque aún seguía siendo rival mío. Todavía siento el deseo de ganar una medalla olímpica y como entrenador es una posibilidad. El tiempo dirá si encuentro un proyecto interesante para intentar una medalla en el rol de entrenador.

¿Y no puede haber una vuelta atrás en su decisión de retirarse como regatista y volver a preparar otra campaña olímpica?
No, ya está cerrado ese libro. Hoy por hoy estoy muy convencido de la decisión tomada. Al revés, ahora estoy ilusionado con tomarme un tiempo de reflexión y considerar otras cosas de la vida que el alto rendimiento deportivo hizo que desatendiese. Han sido muchos años estando diciendo que no a un montón de cosas para estar focalizado solamente en las campañas olímpicas, que es un mundo muy exigente. No estar más en ese mundo me abre un abanico de oportunidades y quiero tener el tiempo y la tranquilidad para disfrutarlos simplemente considerándolos.

Se lo voy aponer fácil, en vez de pedirle uno le pido tres. ¿Cuáles han sido los campeonatos u olimpiadasque más recuerde?
Rio 2016 por la victoria, por compartirlo con mis hijos que competían en 49er y la entrega de medallas con la presencia de mi madre, mis hermanos y muchos de mis amigos por la proximidad con Buenos Aires. No creo que se pueda dar una situación mejor que esa.
Otra es la victoria en el campeonato de mundo 2004 en Tornado, y otro es la primera medalla que gané en Atenas, fue una recompensa después de 24 años de duro trabajo desde mi primera campaña olímpica.

Inevitablemente ahora toca el turno de los peores recuerdos
Noooo, no tengo malos recuerdos ni de los campeonatos que me fueron mal. En realidad, de todos de los que pierdes aprendes mucho. En la campaña para China solo tuve un año de preparación porque estaba en la America’s Cup con Victory Challenge, y unos meses antes terminamos los últimos en Hyeres. Fue un momento que nos hizo reflexionar mucho y hacer un muy buen plan hasta los Juegos para poder ganar una medalla.
Tampoco estoy muy contento con los dos Juegos que competí son Camau.Ganamos el bronce en ambos, pero especialmente el de Atenas, nunca entendí por qué no lo ganamos. Éramos Campeones del Mundo, de Europa y navegamos muy bien el torneo, pero una regata se anuló, perdimos otra por un role tremendo al final. Nos sucedieron varias pequeñas cosas que nos hicieron perder el primer puesto, y en los análisis posteriores nunca supe por qué la perdimos

¿Podría destacarme tres de sus rivales?
En primer lugar, Robert Scheit. Un atleta en toda la amplitud de la palabra. Su rendimiento, nobleza como rival y calidad humana hacen de él mi primera elección. Luego a Roman Hagara que ganó dos oros en Tornado, fuimos compañeros de entrenamiento. Tanto el cómo su tripulante son unas excelentes personas, muy trabajadores. Y otro más, Torben Grael. Aunque a nivel olímpico no competí contra él, pero en si en otras categorías como Snipe, barcos quillados en Sudamérica y Europa.

Carlos Pich

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