La andaluza Pilar Lamadrid prepara en Marsella, en la que será la sede de los JJ.OO, el Test event del próximo mes de julio.
Punto y seguido para Pilar Lamadrid (Ellas son de aquí / Livinda / Puerto Sherry / Fundación Andalucía Olímpica). En su sueño de representar a España en los Juegos de París y lograr una medalla en la clase iQFoil, la actual número 2 mundial de la nueva disciplina olímpica del windsurf se ejercita desde hace unos días en el que será campo de regatas de París 2024.
Como parte de su puesta a punto para el Test event programado del 11 al 16 de julio, la líder del equipo preolímpico de la especialidad desembarcaba el pasado día 4 en la localidad francesa, sede de la competición de vela en los próximos Juegos Olímpicos. Lo hacía para reencontrarse con sus aguas mediterráneas, que ya acogieron el Europeo de 2021, y readaptarse a sus condiciones, en primer lugar pensando en la regata de este verano y a largo plazo en el asalto al anhelado podio de París.
“Realmente hemos navegado muy poco en Marsella en iQFoil, sólo el Europeo de hace dos años, el primero que hice en este clase y en el que fui quinta”, reconoce la regatista del Club Náutico Puerto Sherry, que analiza las características del campo de regatas galo. “Aquí, la media de viento es medio o flojo, un térmico de 7 a 11 nudos, aunque esperamos que entre algún día el viento de Mistral, parecido a la Tramontana que solemos tener en España por Cataluña en general y que es como el Levante de Cádiz, un viento fuerte con rachas de hasta 40 nudos y olas, condiciones totalmente distintas a las habituales de Marsella, donde predominan los térmicos muy flojitos, el calor y un tiempo inestable en el que puedes pasar calor por la mañana y llover por la tarde”.
El objetivo de Lamadrid, que con el sexto puesto en el Campeonato de Europa del pasado mes de mayo en Grecia se ganó el derecho a representar a España en el ensayo general de los Juegos de este verano, es asimilar las condiciones de la sede olímpica al tiempo que ir recuperando el estado de forma óptimo con la mente puesta en el Campeonato del Mundo de agosto en los Países Bajos, donde buscará el pasaporte español para los Juegos.
“Ahí vamos, poco a poco, acostumbrándonos a la ola del Mediterráneo, completamente distinta a la que tenemos en Cádiz, y navegando por las áreas de regata que ya están estipuladas, que serán probablemente las más cercanas a tierra. Aquí estaremos entrenándonos en un primer bloque hasta el 16 de junio y luego volveremos una semana a descansar en casa para en el siguiente bloque quedarnos tres semanas en Marsella hasta finalizar el Test event, que tendrá el mismo programa de los Juegos”, aclara la windsurfista andaluza, que tras el obligado parón tras el Europeo confía en dejar atrás las molestias físicas que le pasaron factura en el cierre de la primera parte de un curso bastante exitoso, como lo atestigua su privilegiada posición en el ránking internacional. De hecho, al margen de disputar las series finales del Europeo por tercer año consecutivo, Lamadrid lograba en el arranque del curso hasta tres triunfos internacionales: la Regata de Año Nuevo Bahía de Cádiz, los Lanzarote iQFoil Games y la Semana Olímpica de Andalucía.
“Poco a poco voy recuperándome de todo lo sufrido durante la temporada, aunque lo mejor es que tenemos tiempo hasta el Mundial para encontrarnos bien. Por lo pronto vamos por buen camino”, concluye la vigente campeona de España de la clase iQFoil.